Bloqueada la negociación del convenio colectivo de limpieza de edificios y locales de la provincia de Huesca

Fecha: 14 May 2019

Tras más de un año de negociaciones, pactados los convenios de la limpieza de las provincias de Teruel y Huesca, con un el IV Acuerdo Estatal para el Empleo y la Negociación Colectiva en vigor, y la subida del SMI para 2019, los más de 2.000 trabajadores continúan sin convenio colectivo y con salarios de 2017.

La falta de acuerdo entre los sindicatos UGT y CCOO y las asociaciones empresariales de ámbito estatal ASPEL y AFELIN, esta última en la que se encuadran muchos empresarios locales, para la renovación del convenio colectivo de limpieza de edificios y locales hace peligrar el texto convencional y las condiciones de trabajo de este precario y feminizado sector.

Los empresarios de la limpieza de Huesca se están destacando, a su vez, como auténticos arietes de la más rancia, ilegal e injustificada reacción ante la subida del Salario Mínimo Interprofesional para 2019, en un convenio colectivo plenamente afectado por ella. De hecho, rigiendo en este convenio colectivo en 2019 los salarios de 2017, el salario anual de la categoría profesional en la que se encuadran el 95% de las trabajadoras es de 11.720,80 €, frente a los 12.600 € que deberían cobrar a día de hoy con la actualización del SMI de 2019. Las asociaciones empresariales, para minimizar el impacto de esta subida del salario mínimo interprofesional, pretenden compensar y absorber el plus de transporte, complemento de clara naturaleza extrasalarial que constituye un suplido, además de dejar en suspenso hasta el 31 de diciembre de 2021 el devengo de una ya, de por sí, raquítica antigüedad.

El bloqueo de la negociación de este convenio colectivo, del que UGT hace especialmente responsables a los empresarios de la limpieza oscenses, abre un camino de conflictividad y denuncia por el que el sindicato pretende desenmascarar la peor cara de la ‘recuperación tramposa’ de la economía, y de una negociación colectiva absolutamente comprometida tanto por la reforma laboral de 2012 como por la codicia empresarial.

Fuente: FeSMC UGT Aragón